Todo el día y en todos los medios se lee, ve y escucha sobre el fallo de La Haya.
Múltiples reportajes, opiniones, entrevistas, sobre los peruanos en Chile, posibles reacciones, de posibles represalias y una sensación como que algo malo viene….
No sé si todo eso ayuda en algo a entender lo que de verdad ocurre o solo genera un estado de tensión que no aporta en nada.
Escuché en la radio una reflexión del chef peruano Marco Barandiarán, que después de tratar de reírse del tema un buen rato, se le quiebra la voz y dice:
….Si algo pasa ¿qué vamos a hacer con mi señora.. que es chilena? No me la puedo llevar a Perú y yo no podría estar aquí …¿ y mis hijos?……¿a dónde nos iríamos?
Eso me hace recordar que hace muchos años, cuando yo era chica y vivimos un conflicto con Argentina, ésa era mi miedo y mi pregunta. Con todo lo que escuchaba , yo pensaba que a mi papá finalmente lo iban a echar del país. Tenía mucho miedo, ¿qué sería de nosotros? Si eso pasaba, no nos podríamos ir con él porque nosotros éramos chilenos.
También recuerdo que íbamos en el auto y delante de nosotros, iba un taxi arrastrando la bandera agentina, nunca me voy a olvidar de esa escena. Mi papá no dijo nada, recuerdo sí sus ojos muy tristes. Quizás estaba asustado también, porque la radio, los diarios y la gente hablaba igual que hoy de un posible conflicto en puertas.
Ahora pienso en todas las familias mixtas chileno peruanas, y en las familias peruanas que construyen su proyecto de vida en Chile y las familias chilenas que debe haber en Perú, en amigos y colegas peruanos que tengo allá y acá, que quiero mucho y siento tan ajeno lo que escucho, no porque no sea importante, es un tema que hay que dirimir, pero es ajeno a nosotros, a las personas que cohabitamos los territorios que no tienen fronteras, como decía la vieja canción de Viglietti: “ existe un territorio donde la sangre se mezcla”, ese es el territorio de los pueblos, de las personas de carne y hueso que solo esperamos convivir tranquilos. “Los extranjeros son otros” también decía la canción…..
Pienso en todos esos niños de las escuelas de la comuna de Santiago donde comparten las mesas, los patios, los juegos y creo que se deben sentir igual como me sentía yo hace tantos años, con un tremendo miedo de lo que iba a pasar con mi papá y con nosotros.
Creo que los medios de comunicación esta vez, como en otras muchas ocasiones, con el afán de informar no miden las consecuencias y los efectos de la información.
Espero que haya seriedad, verdadera diplomacia para enfrentar las relaciones con los vecinos que siempre estarán ahí y con los cuales debemos llegar a acuerdos.
Espero que esto pase pronto y que igual que aquella vez cuando este fallo haya pasado solo sea un mal recuerdo en esos niños y deseo de todo corazón que no tengan que recordarlo en otro evento igual en unos años más.